Texto sobre Artística e identidad radial
ARTISTICA E IDENTIDAD RADIAL
En este Módulo se
aborda la relación entre la identidad y la construcción de la propuesta
artística y estética de un programa o emisora de radio. Se plantean y analizan
sus diferentes componentes, tales como separadores, espacios de publicidad,
servicios a la comunidad, entre otros. Se plantea el lenguaje de la radio y la
importancia de distinguir los planos sonoros, como niveles de sentido sobre los
cuales se puede intervenir. Se desarrolla, también, la herramienta de Guión y
la importancia de su diseño en el trabajo en radio.
Identidad
¿Alguna vez nos preguntamos quienes somos?
Parece una pregunta sencilla. Uno puede empezar a responder por cualquier lado:
el nombre, el número de documento, si biológicamente nacimos hombre o nacimos
mujer. Si exploramos un poco más podemos contar dónde nacimos, a qué cuadro de
fútbol pertencemos, si militamos en algún partido u organización social, a qué
colegio fuimos quizás. También podemos contar cuál es nuestra banda de música
favorita, si nos gusta bailar o somos de madera. Si preferimos la playa o la
montaña. Si nos gusta más ver la tele o escuchar la radio. En fin, una
pregunta, -¿quién soy?, ¿Quiénes somos?- Que se dispara a infinitos lugares e
infinitas formas de responderla.
Una
pregunta siempre abierta, porque el quienes somos se abre tanto a lo que somos,
como a lo que fuimos o a lo que queremos ser. Una pregunta que se relaciona
directamente con una palabra que es un misterio: la identidad.
Todos
tenemos una identidad. Nadie escapa a ciertos rasgos que lo definen: sea el
color de piel, la forma de vestir, el "canto" que se tiene al hablar.
Todos tenemos artistas con los que nos sentimos identificados, una película que
nos encanta, preferimos un plato de comida sobre otro. Todos nacemos en algún
país, alguna región que nos marca en aspectos de nuestra personalidad. Sentimos
orgullo cuando gana la selección o cuando nuestros hijos dicen por primera vez
"mamá" o "papá". ¿Sería lo mismo si lo dijesen en inglés o
en ruso?
Nuestra
identidad se compone por miles de características que nos recuerdan quienes
somos, cómo somos y de dónde
venimos. Rasgos que nos da nuestra
cultura y que lo adquirimos como propios. Algunos frutos de la casualidad,
otros de nuestra decisión y nuestras elecciones. Nuestra identidad se compone
de miles de características, de un pasado que vivimos reformulando. Pensemos en
los rasgos de una familia, de la nuestra por ejemplo. ¿Cuánto nos marca de
dónde venimos? Si somos de alguna familia mapuche, si nuestro apellido es
italiano o español. Si tenemos nariz aguileña o respingada.
Lo
que queremos apuntar es que nuestra identidad se compone de muchos aspectos
tanto biológicos como culturales, heredados o adquiridos por nosotros, que nos hacen
sentir orgullo o verguenza. Pero si la pregunta que nos hacemos es "¿Quién
soy?", podríamos agotarla diciendo una lista de las cosas que nos definen.
Pero…
¿Y si cambiamos de perspectiva y en vez de hacernos la pregunta de quién soy
yo, nos preguntamos: "¿Quiénes somos?" ¿Quiénes somos como
argentinos?¿Quiénes somos como comunidad? Ahí la pregunta se expande. Abre más
puertas. Se vuelve más compleja e interesante. Una pregunta tramposa porque
nadie forja su identidad en soledad. Siempre nos constituimos en conjunto con
otros. Con un mismo idioma, con rasgos culturales similares, con un mismo dialecto.
Nos definimos por lo que tenemos en común y lo que nos diferencia de los otros.
Cuando
pensemos nuestros programas y nuestras radios no podemos dejar de hacernos esa
pregunta: ¿quiénes somos? ¿Qué nos gusta como comunidad? ¿Qué nos distingue de
las radios de otros lugares? ¿Cómo hacemos para mostrar nuestras diferencias,
nuestros rasgos a través del lenguaje radial?
Sin
embargo la pregunta de quienes somos no agota nuestra identidad. Ese
"nosotros" está cargado de futuro. En nuestra identidad se juega lo
que queremos ser, lo que deseamos ser. En ese deseo se pone en cuestión gran
parte de nuestra identidad: la futura, pero principalmente, la presente. Porque
es el deseo lo que nos moviliza. El deseo de cambiar, de transformarnos, de ser
mejores, de tener programas de mejor calidad, de ser mejores locutores o
mejores productores. Cuando pensamos nuestra identidad y cómo reflejarla en la
radio no podemos agotar nuestra reflexión en lo evidente. Tenemos que explorar
más allá, en lo profundo de nuestros deseos. De nuestros orgullos, de nuestras
penas como hombres. Pero más todavía como comunidades. Como un pueblo que busca
una forma de contarse a sí mismo. Como comunidad que todavía anda en la
búsqueda de las palabras apropiadas.
En
esa búsqueda se juega nuestra identidad. Y la radio es una herramienta valiosa
e imprescindible. La radio es una oportunidad de sumarse a esa búsqueda.
Artística
Hablamos
largo y tendido acerca de la identidad. De cómo es necesario reflexionar sobre
nuestra propia identidad. De cómo ésta es resultado parcial de la cruza entre
quienes somos y quienes queremos ser. Entre que queremos ser nosotros y que
quieren los demás que seamos.
Pero,
¿cómo llevamos esta exploración acerca de nuestra identidad a la radio? Un
elemento central para poder plasmar algo de todo esto es la artística de la radio. Cualquiera que
haya escuchado alguna vez la radio puede reconocerla fácilmente. Algunas
artísticas son identificables rápidamente, otras, más ingeniosas y subrepticias
quizás, requieren de un oído más atento.
La
artística puede ser tanto de un programa en particular o de la emisora de radio
en general. Las piezas artísticas tienen un rol fundamental: le dan orden a la información e identifican tanto a la radio como a los
programas. Orden e identidad. Estos deberán ser los preceptos de la mayoría de los fragmentos
artísticos que produzcamos. Algunas piezas tenderán más a uno u otro objetivo,
pero en todas tienen que estar presentes estos elementos. Las piezas artísticas
se distribuyen a lo largo del programa o radio en cuestión. Éstas tienden a
estar previamente grabadas.
La
producción de la artística es un momento fundamental a la hora de encarar un
programa o pensar la radio como una totalidad. Un momento dónde la radio puede
ser experimento de una combinación creativa, ingeniosa y cuidada de los
elementos radiales tales como la voz, la música y los efectos de sonido. La
producción de la artística es el momento en que nos jugamos más a fondo cómo
queremos que nos escuchen. Lo que buscamos es que el oyente escuche alguna de
las piezas artísticas y pueda decir: "¡esta es la radio del
insitiuto!" o "¡ahí viene la columna de opinión mi vecino!". En
la artística es el momento de mostrar lo que somos y lo que queremos ser. La
artística es la producción radial que se salva de la vorágine cotidiana. Allí
ponemos toda la carne al asador.
Una
advertencia: no podemos confundir la artística con lo meramente estético. Si
extrapolamos el concepto a una telenovela, la artística no es solo el decorado.
Es esto, sí, pero mucho más también. La artística es también cómo aparece el
logo de la telenovela, ¿tiene colores y está en un fondo negro?¿Aparece al principio
o al final? ¿Se sobreimprime sobre las imágenes de cada capítulo o tiene un lugar
por separado? La artística también se muestra en cómo se mezclan las distintas
escenas de la telenovela, en cómo se funden.
Pero
volvamos a la radio. Dijimos que lo artístico es lo estético, pero no sólo eso.
Porque la artística ordena e identifica.
Orden
Imaginemos
levantarnos un domingo a la mañana, hacer el café y abrir el diario. Imaginemos
que ese diario no tiene secciones. Las noticias aparecen una atrás de la otra
con la misma tipografía. Los títulos se encuentran indiferenciados del resto
del cuerpo de la nota. Sin encabezados, bajadas o copetes. La información puede
ser exactamente la misma que la de los diario que estamos habituados a leer
todos los días, sin embargo, hacerlo de esta manera sería un dolor de cabeza. Resulta
muy confuso poder seguir el hilo del diario y entender qué es lo que nos están
queriendo decir.
Llevemos
este ejemplo a la radio: imaginemos prender el trasmisor y escuchar la voz de un
locutor. Una voz que nos saluda, nos lee los títulos de las noticias, nos cuenta
el estado del tránsito, brinda una columna de opinión, pasa los avisos
publicitarios y hasta lee los mensajes de los oyentes. Siempre con la misma
voz. Tendríamos que estar prestando atención todo el tiempo para saber de qué
está hablando.
Para
que nuestro programa o nuestra radio tenga un orden y que los oyentes sepan de
qué vamos a hablar, que empezará tal o cuál sección, que comienzan los avisos
publicitarios necesitamos algo más Es decir: para que los oyentes sepan cómo se
estructura nuestra propuesta contamos con la artística.
Identificación
El
otro elemento del que venimos hablando y resulta sustancial a la hora de pensar
una propuesta radiofónica de cualquier tipo es la identificación. Por supuesto,
se relaciona con todo lo anterior sobre lo que venimos hablando. Las piezas
artísticas juegan un rol fundamental para que el oyente perciba al instante qué
tipo de radio está escuchando. Un estilo sobrio, con una voz reflexiva y con el
efecto de eco nos da la impresión de una emisora adusta, distante y seria.
Seguramente pasen música clásica y lean las noticias. Si escuchamos una voz juguetona,
alegre, con música divertida, con efectos de sonido que realcen a los locutores,
quizás inmediatamente pensemos que es una radio juvenil o para un público
adolecente.
La
artística de una radio o de un programa es el lugar dónde se juega, con más
fuerza, la construcción de códigos compartidos con los oyentes. Es el momento
dónde un oyente puede, en la búsqueda del dial, saber que encontró la radio que
estaba buscando. Tanto al escuchar una cortina que identifica a cierto programa
o la frecuencia y la bajada de una radio que es siempre la misma. Como también
el guión ingenioso que nos anuncia que es la columna del especialista en
deportes. Aquí la mezcla de la voz, la música y los efectos de sonido son la
clave para poder generar una pieza artística divertida, ingeniosa y funcional.
Los
elementos de la artística.
Contamos
con diversos elementos para poder realizar nuestra artística:
·
Apertura y Cierre: Sirven para poder
identificar el comienzo y el final de determinada emisión radial. En ella se
presentan los nombres del programa y de los integrantes, por ejemplo. Puede
incluir textos que hablen de las características del programa (si es un
noticiero "El programa dónde te enterás de las noticias" por poner un
caso). Ya desde el arranque podemos plantear el espíritu o filosofía del
programa.
·
Separador: estas piezas
artísticas nos permiten separar los distintos momentos de los programas. Se
dividen en dos:
Separador Funcional: Estos tienen una
función específica. Presentan a algun integrante o columna, alguna sección en
particular. Suelen ser las mismas siempre para generar el hábito en el oyente
Separador Genérico: A estas también se
las conoce como "pastillas". No tienen un rol necesario en términos
de ordenar, más allá de separar una sección de la otra. Aquí lo que se pone más
en juego es la conexión con los oyentes, el mundo de códigos que se comparten.
Buscan imponer de forma breve y concisa la filosofía del programa.
·
Espacios
publicitarios: En este espacio damos lugar a la difusión
desde las actividades de los actores con los que articulamos, los programas de
la propia radio o algún acto significativo para el Instituto o la comunidad.
·
Servicios: El estado del
tiempo, la hora, llamados de solidaridad, temperatura. Todo tipo de
prestaciones que la radio puede brindar a la comunidad dónde estamos insertos
no pueden estar exentos de ser parte de la artística de una radio.
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